martes, 11 de octubre de 2016

El Acoso Escolar: ¿estamos preparados?

Hoy queremos volver a incidir en este tema. Parece que los casos de acoso escolar aumentan cada día, sólo en la Comunidad de Madrid han ascendido de 179 casos detectados este año, frente a los 69 casos del año pasado. ¿Qué está pasando en las aulas? ¿Qué está pasando en las casas? ¿Qué está pasando en nuestra sociedad? ¿Es un problema educacional? ¿A dónde se dirigen nuestros hijos? ¿Las nuevas tecnologías están ayudando a detectarlo o a incentivarlo? Acosado o acosador, claramente es un problema para ambos… no tenemos control sobre nuestros hijos, no sabemos qué les ocurre o qué tienen en su cabeza, ponemos en sus manos dispositivos y medios que no se supervisan, ¿les estamos empujando hacia el abismo? Quizás nos estamos confiando en que nuestros métodos educativos son los adecuados, quizás no estamos transmitiendo los valores correctamente, quizás estemos anticipando situaciones que no están acorde a su edad madurativa… os invitamos a la reflexión y sobre todo os invitamos a la lectura de estos artículos que seguro podrán arrojar alguna luz ante toda esta confusión y esta situación que se nos está yendo de las manos.




No existe una batería de preguntas mágicas que sirva para detectar el acoso escolar. Será un tenso silencio lo que te encuentres ante cualquiera de tus demandas. Marcos, de 11 años, lo expresa claramente ahora que su infierno escolar de un año ya ha concluido: "Yo me decía a mí mismo que si respondía a las preguntas de mi madre todo podría empeorar".
Se impuso el silencio como estrategia para enfrentarse al terror del colegio. Temía las represalias de un grupo de compañeros que cada día le arrinconaban en el recreo, le llamaban pringao, se reían de él y no le dejaban participar en los juegos. Su delito era ser el más pequeño, gustarle los dibujos animados y ser el empollón. Él y su amigo Nico, compañero de acoso, pasaban los días jugando invisibles con sus Nintendo DS y soñando con ser aceptados en algún partido de fútbol.
María, su madre, se dio cuenta de que su hijo había cambiado de repente. Casi no hablaba mientras que antes "charloteaban mucho", cualquier pregunta se saldaba con un "bien" con la mirada en la 'tablet' o un "déjame ya". Decidió observar y escuchar con atención lo que su hijo hacía y decía cuando no se sentía observado pero de una manera afectuosa, sin presión.

Lee el artículo completo "¿Qué debes preguntar a tu hijo para descubrir si le acosan?pinchando aquí.

¿Y si es "mi hijo" el acosador? Léelo aquí, en este otro artículo.

Enlaces a otros artículos y datos.







AMPA

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